viernes, 5 de diciembre de 2008

10ª Práctica: Fotógrafo

PEDRO MARÍA IRURZUN IRURZUN

Pedro María Irurzun Irurzun nació en Pamplona en 1902. Su padre le regaló una cámara fotográfica cuando era todavía un niño. Irurzun adquirió su formación básica en Pamplona, sin llegar a cursar, no obstante, estudios superiores. Es lo que llamaríamos, y él también se consideraba así, un autodidacta.

Persona culta y sociable, hasta 1940 no decidió tomarse la fotografía más en serio. En ese año instaló en su casa un estudio y un laboratorio en muy buenas condiciones. Aunque utilizaba una Leica para sus trabajos en el exterior (siempre le gustó el retrato al aire libre), su producción fue decantándose hacia el quehacer en el estudio.



Poco después empezó a enviar sus imágenes a distintos salones españoles y, sobre todo, extranjeros. Muchas de las fotografías que se conservan están marcadas al dorso por su participación en esos certámenes. Obtuvo diversos premios y numerosas aceptaciones.

El temperamento inquieto de Pedro Mª Irurzun le había llevado a considerar la inexistencia, en Pamplona, de una estructura fotográfica básica. Por ejemplo, Pamplona carecía de un salón de cierto prestigio.



Irurzun conocía ya las actividades que se llevaban a cabo, en ese sentido, en Guipúzcoa, con algunos de cuyos miembros venía manteniendo excelentes relaciones desde años atrás. Sus deseos iban a cristalizar algo más tarde, en 1949, con la celebración, en Pamplona, de un denominado Salón Internacional de Fotografía, salón que se repetiría de nuevo al año siguiente.

Este fue el germen que unos años después iba a dar origen al nacimiento de la Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra.

Irurzun siguió llevando a cabo su actividad como fotógrafo hasta 1958, año de su muerte. Realizó alguna incursión en el terreno de la fotografía publicitaria, produciendo fotografías para Marie Brizard, Alfa, Lambretta, etc. Simultáneamente, continuó enviando fotografías a diversos salones.

Su condición de miembro de la Junta de la Orquesta de Santa Cecilia le permitía establecer contacto frecuente con instrumentistas y directores musicales a quienes, cuando era posible, llevaba a su estudio a retratarlos. Esta galería de personajes podría representar el punto culminante de su trabajo fotográfico, que debido a su muerte quedaría sin concluir.



En sus retratos, Irurzun confiaba más en el análisis psicológico y en la conversación con el personaje que sus propios recursos técnicos. Claro que, un cierto desdén por las virtudes técnicas puede predicarse cuando se poseen.



Sus personajes son personalidades del mundo de la cultura y, especialmente, del mundo de la música, a quienes invitaba a posar a su estudio. Son personalidades a las que admiraba. Irurzun no fotografió sólo al ser humano, sino que intentó captar la culminación de su rol social o en tanto que escritor, pintor o músico de talento.



No corrió riesgos inútiles. Preferentemente trabajó en el estudio, bajo condiciones controladas, con formatos medio/grandes, estudiando minuciosamente la disposición de la luz continua, adaptando composiciones sencillas y efectivas y cuidando al máximo la respuesta tonal de materiales negativos y positivos.


Además de retratos, realizó también composiciones y naturalezas muertas cuya concepción se enmarca en el salonismo propio de los años cincuenta. Para sus trabajos fuera del estudio, por el contrario, utilizaba una cámara más ligera, si bien hay que decir que la mayor parte de estos trabajos no son conocidos.

jueves, 4 de diciembre de 2008

9ª Práctica: Bodega


¡Bienvenidos a la bodega Otazu! Y eso que no me gusta el vino, pero aprender acerca de él no está de más. Además debía sacar unas cuantas fotos para que la gente que visitará mi blog se hiciera una pequeña idea de en qué consistía una bodega, concretamente, la de Otazu. Lo primero de todo, me gustaría destacar la profesionalidad y el trato que nos dio Cristina, que fue una maravillosa anfitriona.



La visita comenzó en la parte más antigua de la bodega, que aun conservaban aunque apenas hacen uso de ella más que para que la gente se hiciera una idea de cómo era la bodega en sus inicios. Una de las cosas que más me llamo la atención fue el fuerte contraste que existía entre la antigua bodega y la nueva, mucho más moderna y donde realmente se hacía el vino.




Entre una zona y otra vimos donde guardaban los barriles de vino. Era una sala enorme que estaba basada en uno de los principales atractivos turísticos y arquitectónicos de la tradición Navarra, la cripta del monasterio de Leire. Esta sala servía para separar la zona antigua de la más nueva.




Tras esto realizamos una breve visita a una pequeña sala llena de botellas de vino. Era una sala con la temperatura perfecta para que se mantuviera el vino en buen estado.


Para finalizar realizamos una pequeña cata de vinos. Aunque no sea un fanático del vino, como indiqué al principio, me animé a hacerla. Por lo menos ahora ya puedo decir que sé cómo catar un vino y sobre qué superficie hacerlo.

7ª Práctica: Rincones de Pamplona


Al inicio de esta práctica no sólo tenía el aliciente de que era una práctica obligatoria que debía hacer para aprobar la asignatura (aunque, por suerte, sacar fotografías nunca lo he visto como una obligación), sino que además estas mismas fotografías me servían para presentarme a un concurso.




El tema era “rincones de Pamplona”. En principio no tuve muchos problemas para plantear cómo afrontar el tema, soy un enamorado de mi ciudad. Así que, cámara al hombro, me pasé gran parte del día paseando por Pamplona para encontrar las mejores instantáneas.



Siempre me he dejado llevar por la magia que tiene esta pequeña ciudad, pero en este caso me supuso un gran problema, pues se me ocurrían tantas cosas que retratar que pensé que sería imposible escoger el mejor rincón de Pamplona. Problema resuelto: cámara digital (agradezco enormemente en ese momento a la persona que las inventó). Nuestra generación tiene la suerte de poder sacar muchísimas más fotografías gracias al formato digital y no estar limitada nuestra creatividad por el carrete.



Esta práctica me recordó poderosamente a la práctica de las mil fotografías, acercándome durante todo el día a dicha cifra. Me tome un día entero para mí sólo y mi cámara. Me recorrí en los que en mi opinión eran los mejores lugares de Pamplona de punta a punta y busqué sus rincones más bonitos.



Al acabar el día regresaba a mi casa con una sensación agridulce: el sol se ocultaba y no encontraba una instantánea que realmente agarrara mi estomago de lo bonita que era, aunque no eran malas fotografías. Y justo en ese momento el destino me brinda un contraluz, en mi opinión, precioso. Saco mi cámara de nuevo y retrato el momento. Esa era la foto.



Al final, presenté esa y dos fotografías más al concurso que organizaba el gobierno de Navarra y gané… gané en experiencia, un día muy productivo y una nueva visión de mi ciudad.


8ª Práctica: Entrevistas

Entrevista a Charo Sádaba:

- Estudiando periodismo, ¿qué te llamo la atención de la publicidad?

- Durante el último año de carrera asistí a un seminario sobre publicidad, que todavía no
existía como licenciatura en FCOM. Y me enganchó: productos, marcas, diseño... Fue casi
un flechazo, porque desde que tenía uso de razón había querido ser periodista. En este
seminario tuve oportunidad de leer a Ogilvy y a otros clásicos de la publicidad y decidí
que me quería dedicar a este campo, a la persuasión.


- ¿Qué te motivó a dedicarte a la enseñanza?

- En cierto modo, enseñar tiene algo de comunicación persuasiva: presentas el producto para
convencer a quien te escucha de algo. Enseñar, o intentarlo, no fue fácil al principio,
aunque luego engancha: trabajar con gente joven, con ilusión, es una de las tareas más
creativas que conozco.


Entrevista a Aritz González:

- ¿Crees que son necesarias las zonas verdes en las ciudades?

- Totalmente imprescindibles. Son el corazón de toda ciudad, lo que les da vida. En ellas puede juntarse gente de todas las edades para jugar, pasear... Una ciudad que tenga un porcentaje alto de zonas verdes gana en calidad de vida. Son dos conceptos que van unidos.


- ¿Crees que en tu ciudad hay suficientes?

- Yo soy de Getxo, y allí hay muchísimas. Es uno de los puntos fuertes de la ciudad, y como tal, el ayuntamiento las sabe promocionar bien. Yo le doy una importancia capital. Fue uno de los temas que valoré al venir a estudiar a Pamplona; aquí tampoco os podéis quejar.


Entrevista a Ricardo Malumbres:

- ¿Crees que son necesarias las zonas verdes en las ciudades?

- Por supuesto. En un entorno tan estresante como son las grandes ciudades se hacen
imprescindibles las zonas verdes para poder relajarte y pasar un rato agradable alejado
de la vida tan dinámica de las ciudades.



- ¿Crees que en tu ciudad hay suficientes?

- Es uno de los puntos débiles de mi ciudad, Zaragoza. La verdad es que escasean de una
forma notable ya que el único parque, más o menos céntrico, que existe en Zaragoza es el
Parque Grande. El resto de plazas o zonas verdes céntricas de mi ciudad son excesivamente
pequeñas. Ahora, en un momento en que Zaragoza está sufriendo una gran expansión, es una
gran ocasión para crear zonas lúdicas y jardines para mejorar uno de los aspectos más
deficientes que tiene mi ciudad.